Hola Foro:
Yo creo que el título de la película es muy acertado.
Juanra, en su comentario, que me ha gustado mucho, habla de la necesidad de amistad, de la necesidad de compañía, menciona también la frase de Diógenes...pues bien, todo ello apoya aún más mi visión de Marcelo, coincidiendo con el último apunte de Pedro como el hombre-perro fiel que acompaña a Simone, que es el único que le busca, el único para el que no es invisible, aunque no sea más que para meterle en líos. Cuando está con el resto de sus vecinos, está, pero a nadie parece importarle demasiado qué piensa él -fijaos que cuando traman contratar a alguien para eliminar a Simone, todos los presentes manifiestan su opinión a excepción de Marcelo y nadie le pregunta.
Marcelo lucha por no ser "invisible" y parece que lo es para casi todo el mundo, salvo para Simone.
Y siguiendo con mi idea de su identificación figurada, me llamó poderosamente la atención la imagen final. Cuando grita pidiendo la atención de sus vecinos, anunciándoles que les ha solucionado el problema...ése tan molesto que tenían y les hacía la vida imposible... y no obtiene ninguna respuesta -invisibilidad total- y decide llevar su presa a pie de calle, donde todo el mundo pueda verla y permanece quieto, a la espera del merecido reconocimiento de su amo, cualquier amo, porque él será el perro de quien decida acariciarle el lomo.
Esta imagen -potente para mí- me llevó a otra, cuando era niña y el gato que teníamos en casa -jamás entraba en la vivienda, ni dormía en nuestras camas, ni comía en nuestros platos- dejaba en el umbral de la puerta los sagutxus que mataba. Inmóvil, muy cerca de su pieza, esperando que mi madre saliera, lo viera y le acariciara el cogote reconociendo así su labor cumplida, convirtiéndolo así en un gato satisfecho.
Eva