Dirigida por Yvan Attal, del que ya vimos en Perseo trabajos suyos, Múnich, como actor y Una razón brillante, como director, rueda la que los críticos denominan su mejor trabajo en torno la importancia del consentimiento antes de consumar una interacción sexual.
La película reflejará las zonas grises cuando no se puede demostrar si hubo o no consentimiento por parte de las víctimas y de cómo una única verdad puede llegar a convertirse en relativa, sin que se llegue a saber a ciencia cierta qué sucedió en realidad. El ritmo de la película es tan ágil que no notaremos la duración del metraje.
Como cada martes, nos vemos en Perseo
Eva